La urbanización implica a menudo que infraestructuras y edificios residenciales compartan espacios
Desde ferrocarriles a tranvías, desde carreteras a aeropuertos, disponer de infraestructuras óptimas es esencial para la vida urbana, aunque éstas pueden generar muchos ruidos. Pero las vibraciones que emiten y se transmiten por el suelo, el ruido del tráfico, así como la contaminación acústica generada por las personas, tienen consecuencias graves y negativas sobre nuestro bienestar, especialmente en zonas densamente pobladas.
Por ello, la protección contra ruidos no deseados puede tener un efecto positivo en nuestra fisiología, capacidad de aprendizaje y comportamiento social. Los productos ROCKWOOL son de alta densidad, una característica que los convierte en extremadamente resistentes a la circulación del aire además de ofrecer unas excelentes propiedades para reducir y absorber ruidos, lo que significa que incluso las infraestructuras más ruidosas son más silenciosas.