Calculadora y ahorros
Los suelos flotantes ofrecen un alto potencial para reducir las molestias provocadas por ruido de impactos y ruido aéreo en las viviendas, ya que es un aislamiento eficaz que reduce en gran medida la transmisión de vibraciones a través de las estructuras.
El rendimiento acústico de una estructura de capas (suelo flotante y techo) se cuantifica en términos de:
- Reducción del ruido de impacto - ΔR expresado en dB.
- Mejora del aislamiento del ruido aéreo – ΔR expresado en dB.
Ambos valores muestran las ventajas de una solución acústica en comparación con el suelo desnudo.
La cantidad de aislamiento de suelo acústico necesaria depende del tamaño del suelo en el que se va a instalar. La medición de la superficie es el mejor indicador para determinar la cantidad necesaria.
Para aplicaciones bajo forjado, la capa de aislamiento resistente de lana de roca puede variar de 12 a 80 mm dependiendo de la solera, el forjado y la carga sobre el suelo. En estos casos, se utilizan productos de alta densidad.
En el caso de forjados de viguetas metálicas o de madera, se utilizan paneles, fieltros o lana granulada/borra para rellenar la cavidad (la práctica habitual es rellenar dos tercios o tres cuartos de la cavidad). Debido a sus propiedades de absorción, la lana de roca reduce la resonancia de la cavidad, mejorando con ello el aislamiento del ruido aéreo. Para esta aplicación se utilizan productos de densidad media y baja.
El objetivo principal es reducir la transmitancia de ruido, algo que puede contribuir a mejorar la productividad logrando que el entorno de trabajo o de vida en interiores sea más confortable.
Sin embargo, debido a la propiedades de sus materiales, todos los productos ROCKWOOL también ofrecen unas importantes propiedades térmicas. Estos pueden mejorar la eficiencia energética de una habitación, ahorrando costes de calefacción y refrigeración.