Las estructuras residenciales y comerciales de gran envergadura, como almacenes logísticos o edificios plurifamiliares con múltiples viviendas, son cada vez más comunes en las ciudades de todo el mundo.
Al mismo tiempo, el riesgo de incendio en estos edificios continúa causando preocupación a nivel global1. En comparación con la década de los años cincuenta del siglo anterior, los incendios en estructuras modernas pueden desarrollarse muchísimo más rápido; dado que la carga de combustible existente en los edificios es ahora muy superior.
Los productos de protección estructural ROCKWOOL se han diseñado, fabricado y sometido a pruebas para mantener el acero y el hormigón (dos de los materiales más habituales en grandes construcciones) protegidos contra el fuego.
La lana de roca que sirve de base para todos los productos ROCKWOOL es una barrera natural contra el fuego2, mientras que nuestra gama específica contra incendios se ha diseñado especialmente para maximizar esa protección.
Esto puede suponer la diferencia entre «un incendio en un edificio» y «un edificio incendiado».