Ya se trate de nuestros hogares, oficinas, hospitales o escuelas, nuestros edificios cumplen muchos e importantes propósitos a lo largo de nuestras vidas
También son el origen de algunos de nuestros mayores desafíos.
El cambio climático, la seguridad energética, el consumo de materias primas y los residuos, la contaminación medioambiental y los impactos negativos sobre la salud; el sector de la construcción y los materiales con los que elegimos construir tienen un impacto significativo en todos ellos.
El cambio climático y la seguridad energética
Tomemos los dos factores realmente grandes: el cambio climático y la seguridad energética. En ambos casos, el papel de los edificios es enorme. Consumen casi el 40 % de la energía mundial y representan aproximadamente una tercera parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía.
¿Por qué? Porque demasiados de ellos son ineficientes. En la Unión Europea, por ejemplo, el 75 % de los edificios son energéticamente ineficientes y se espera que la mayoría siga en pie en 2050: el año en que la UE planea cumplir su objetivo de neutralidad climática. Por lo tanto, la rehabilitación energética profunda, junto con los altos estándares de eficiencia energética para las nuevas construcciones, es vital para cumplir con los objetivos climáticos y de seguridad energética a largo plazo de la región. También ayudará a sacar a cada vez más personas de la pobreza energética reduciendo sus facturas energéticas, lo que se traducirá en familias más sanas y en una mayor igualdad social.
Reducción del 70 % en el consumo de energía
Si se instalan correctamente, nuestros productos de aislamiento de lana de roca por sí solos pueden reducir las necesidades de calefacción de los edificios en un 70 %. Cuando se utilizan en programas de rehabilitación que incluyen otras mejoras, como bombas de calor y paneles solares en tejados, el aumento de la eficiencia es aún mayor.
Pero la oportunidad que ofrecen los edificios va mucho más allá de la mera eficiencia energética. Muchos de esos otros retos, como el consumo de recursos, los residuos, la contaminación y los impactos sobre la salud, también se convierten en oportunidades, si elegimos los materiales de construcción adecuados.
Si está eligiendo materiales, considere estas preguntas:
¿Este material durará décadas sin ninguna pérdida de rendimiento? ¿Es natural? ¿Es práctico reutilizarlo o reciclarlo? ¿Está libre de plásticos o retardantes ignífugos nocivos que puedan llegar a nuestro cuerpo o al medio ambiente?
Como seguramente ya habrá adivinado, la respuesta a todas estas preguntas sobre nuestros productos de lana de roca es "sí". Claro, no somos imparciales. Pero si tiene en cuenta todo lo que sabemos sobre la magnitud de los retos a los que nos enfrentamos y el potencial de los edificios para ser una fuerza positiva para el cambio, ¿qué tipo de materiales elegiría?