- En la Cumbre del Clima actores públicos y privados coinciden en que la transición energética pasa por avanzar hacia ciudades sostenibles, que generen menos emisiones de CO2.
- Rehabilitar en base a materiales aislantes como la lana de roca se perfila como la solución más eficiente.
- La concienciación ciudadana y una estrategia nacional son fundamentales para hacer frente a los retos medioambientales.
En las últimas semanas, la lucha contra el cambio climático, la sostenibilidad y la eficiencia energética han acaparado todas las portadas a raíz de la COP25 celebrada en Madrid. De hecho, después de 14 días intensos, esta edición ha sido catalogada como la “Cumbre del Clima más larga de la historia”, en la que se ha lamentado la falta de consenso.
Ahora bien, los principales actores políticos, económicos y sociales sí han coincidido en destacar el papel de la edificación como elemento clave para combatir el cambio climático. Empresas del sector como ROCKWOOL Peninsular, líder mundial en la fabricación de aislamiento a base de lana de roca, han participado estos días en distintos actos y actividades en los que se han defendido las ciudades y sus edificios como eje de un modelo de desarrollo sostenible.
Estos son los cinco principales argumentos para entender por qué es necesario replantear la forma en la que edificamos y acompañar a las ciudades españolas en su camino hacia la transición energética:
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La edificación es uno de los sectores que más emisiones produce
Actualmente, en España, la mayor parte del parque residencial se ha quedado obsoleto y no se ajusta a los estándares de eficiencia energética, lo que provoca que los edificios sean los responsables del 40% de las emisiones de CO2. “Este despilfarro ha sido el motor de una corriente regulatoria para fomentar que las nuevas construcciones sean más eficientes”, ha afirmado en la Cumbre Albert Grau, Public Affairs de ROCKWOOL Peninsular, fabricante líder de lana de roca.
En 2002, la Unión Europea ya definió la figura de los edificios nZEB (Nearly Zero Energy Buildings), también conocidos como Edificios de Energía Casi Nula, los cuales son un buen ejemplo de construcciones energéticamente eficientes que, además, disponen de energía renovable en la misma finca. Por ello, las casas del futuro deberán diseñarse teniendo en cuenta factores como la orientación, el viento o la humedad, el tipo de envolvente, el tamaño y el tipo de ventanas, entre otros. Debemos reinventar la manera en la que edificamos para poder seguir viviendo en ciudades confortables, saludables y seguras.
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Falta de una estrategia nacional
Haciendo referencia al papel de la edificación para mejorar la eficiencia energética, en la Cumbre del Clima se ha destacado también la falta de una estrategia nacional ambiciosa y clara que alinee todos los actores y coordine las acciones a llevar a cabo en esta línea.
Para Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de ROCKWOOL Peninsular, “tener un proyecto común, con medidas en todas las comunidades autónomas enfocadas a mejorar la eficiencia de los edificios, nos ayudará a generar una economía verde, es decir, contribuir al desarrollo de las ciudades desde una perspectiva de bienestar social y económico”.
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La solución pasa por la rehabilitación
Más allá de construir nuevas viviendas de consumo casi nulo, la rehabilitación de los inmuebles ya existentes es imprescindible para poder cumplir con los objetivos de ahorro energético marcados por la UE. En este sentido, se calcula que la rehabilitación de las viviendas españolas anteriores a 1980 podría reducir hasta un 80% la demanda energética.
“Los edificios que se están rehabilitando actualmente en España son unos 30.000 cada año y se tendrían que rehabilitar 400.000 anuales para darles una nueva oportunidad y conseguir un modelo de vivienda más sostenibleha afirmado Anthony Abbotts, Director de Sostenibilidad del Grupo ROCKWOOL, durante la COP25.
En este aspecto, se ha presentado el Pasaporte Energético al Ministerio para la Transición Ecológica y al de Fomento. Se trata de una medida innovadora que incentiva la rehabilitación de las viviendas españolas para que sean eficientes y así se descarbonicen. Esta propuesta está impulsada por la Fundación La Casa que Ahorra, una institución liderada por ROCKWOOL Peninsular, que pretende sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la eficiencia energética en la edificación.
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El aislamiento, la opción más rentable para hacer frente al cambio climático
¿Y de qué manera debemos rehabilitar para conseguir un parque de viviendas energéticamente eficiente? Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), aislar correctamente los edificios, en techos y fachadas, es la opción más rentable para hacer frente al cambio climático. Permite mantener su temperatura interior y reducir la demanda energética hasta en un 90%, lo que se traduce en un ahorro en la factura eléctrica.
La lana de roca es una de las soluciones más eficientes para ahorrar energía, reducir gases de efecto invernadero y la contaminación del aire. Este elemento versátil, que forma la base de todos los negocios del Grupo ROCKWOOL, mejora la eficiencia energética de los edificios. Y, además, se ha convertido en un producto clave para afrontar los retos medioambientales, presentes y futuros, a nivel global.
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Conciencia ciudadana como motor del cambio
Cada vez hay más conciencia ciudadana en cuanto al cambio climático, gracias, en buena parte, a actores sociales como Greta Thunberg, que lo han puesto en el centro del debate público. Aun así, otra de las conclusiones que ha dejado en España la Cumbre del Clima es que la sociedad todavía necesita más herramientas e información para ser consciente de los beneficios hacia la transición energética. Las personas deben saber cómo les favorece apostar por la edificación sostenible y la rehabilitación, ya que les permitiría vivir más cómodas, confortables y seguras en los espacios que habitan.