· En España, el 80% de la población vive en ciudades y se prevé que en 2050 alcance el 88%. Ante el aumento de la población urbana, la construcción sostenible se convierte en una de las soluciones para garantizar ciudades inclusivas, seguras y resilientes.
· Barcelona, Bilbao, Madrid, Pamplona y Sevilla son un ejemplo de la apuesta por una edificación respetuosa con el entorno y las personas.
· En construcción y rehabilitación de edificios, el uso de materiales como la lana de roca permite reducir el consumo energético, así como mejorar la seguridad y el confort.
La mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y se estima que esta proporción aumentará en los próximos años. Según datos del Banco Mundial, en España este porcentaje es actualmente del 80%, y la ONU prevé que en 2050 los habitantes españoles que viven en ciudades lleguen a representar el 88% de la población. La urbanización supone numerosos desafíos sociales, económicos y medioambientales, pero, a su vez, también presenta un gran potencial para el desarrollo sostenible. Promover la edificación sostenible es el camino para avanzar hacia un modelo de ciudad inclusiva, segura y resiliente, con edificaciones que tengan en cuenta su huella medioambiental.
“A parte de la nueva construcción, también hay que poner el foco en el actual parque de viviendas. En España, el 54% de los edificios datan de antes de 1980, por eso muchos no incluyen medidas de aislamiento térmico”, afirma Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de ROCKWOOL Peninsular. “Apostar por la rehabilitación con materiales aislantes como la lana de roca es una de las claves para reducir el consumo energético y las emisiones de CO2. De hecho, se calcula que en Europa se podrían llegar a ahorrar 660 millones de toneladas de carbono a través de la rehabilitación", añade.
Esta lana de roca reciclable, además de sus propiedades como aislante térmico y acústico, es resistente al fuego y a la humedad, por lo que contribuye a crear espacios seguros, confortables y sostenibles. A continuación, detallamos algunos de los proyectos de nueva construcción y rehabilitación en los que ROCKWOOL ha conseguido convertirse en una referencia gracias a su apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Madrid: un edificio residencial sostenible en pleno Madrid
Situado en el distrito de Retiro, en pleno centro madrileño, Adelfas 98 es el edificio residencial con mejor porcentaje de evaluación BREEAM, un certificado que premia la sostenibilidad y eficiencia de una construcción. El inmueble se caracteriza por su grieta interior, que divide el edificio en dos partes permitiendo recibir luz solar directa mientras que su aislamiento con lana de roca evita los puentes térmicos. De esta forma, además del ahorro energético y la protección del medioambiente, se ofrece un mayor confort para el usuario: se trata de viviendas luminosas donde apenas interfiere el ruido, a pesar de la proximidad de la M30, y donde se disfruta de confort térmico y una gran calidad del aire.
Sevilla: un centro comercial seguro y eficiente
La constructora responsable del centro comercial Lagoh-Palmas Altas de Sevilla ha confiado en ROCKWOOL para dotar de aislamiento la gran superficie y convertirla así en un espacio sostenible y seguro. Este tipo de establecimientos tienen un gran potencial de ahorro ya que consumen mucha energía durante periodos prolongados de tiempo. Además de reducir la demanda energética gracias al aislamiento térmico, la lana de roca protege contra el fuego por lo que se convierte en la mejor solución para garantizar la seguridad de los visitantes. También permite acondicionar acústicamente el espacio para mejorar el confort de los clientes y aislarlo del exterior.
Bilbao: el edificio Passivhaus más alto del mundo
En el barrio bilbaíno de Bolueta se encuentra este edificio de 28 plantas que alberga 171 viviendas, 67 de ellas de protección oficial. Bolueta, que obtuvo la primera promoción VPO Passivhaus de España, se ha convertido además en la torre de viviendas Passivhaus más alta del mundo. Entre las principales medidas adoptadas para conseguir el certificado de edificio pasivo se encuentran la eliminación de puentes térmicos, la mejora en acristalamientos y carpinterías, la hermeticidad al aire y ventilación mecánica controlada de doble flujo, y la mejora en aislamientos con lana de roca ROCKWOOL. Gracias a las propiedades de este material, además de disfrutar de las mejores prestaciones acústicas y térmicas, los propietarios de las viviendas están protegidos contra el fuego.
Barcelona: un proyecto residencial que prioriza todos los aspectos relativos a salud y sostenibilidad
Situado en la localidad de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona, y con vistas al Parc de Collserola, el Espai Natura II es un complejo residencial de 16 viviendas, construido por la promotora Marcove y la gestora de proyectos H.A.U.S., que apuesta por priorizar el bienestar y la salud de sus futuros ocupantes, así como todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad.
Espai Natura II cuenta con soluciones ROCKWOOL; más de 3.500 m2 de aislamiento de lana de roca que permiten proteger a los inquilinos, y reducir notablemente el impacto acústico, así como la demanda energética. Todo ello da continuidad a los logros obtenidos en el primer proyecto Espai Natura I, haciendo que el proyecto sea uno de los primeros edificios residenciales del estado en conseguir la certificación energética A.
Pamplona: rehabilitar para reducir la demanda energética
En el barrio de Txantrea, de Pamplona, el 70% de las viviendas fueron construidas antes de 1980, por lo que sufrían grandes pérdidas de energía. Esto provocó que el Gobierno de Navarra impulsase Efidistrict, un proyecto cuyo objetivo era la rehabilitación energética integral del barrio. Entre las medidas adoptadas para reducir el consumo de energía, se ha apostado por la creación de una nueva red de calor a escala de barrio, lo que permite sustituir el uso de combustibles fósiles por una fuente de energía renovable como es la biomasa. Simultáneamente, también se ha optado por el aislamiento térmico de lana de roca tanto de las fachadas y cubiertas como de las carpinterías, dotando a estas edificaciones de las mismas condiciones de aislamiento térmico que tendría una vivienda de nueva construcción.