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ROCKWOOL, compañía líder fabricante de aislamiento sostenible y resiliente al fuego y actor referente de la industria de la construcción, contribuye con sus productos de lana de roca a reducir las emisiones de carbono
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Los productos ROCKWOOL vendidos en 2021 supondrán un ahorro de energía superior al consumido por 1 millón de hogares al año
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La gestión de residuos es otra de las áreas que muchas empresas están abordando para reducir su impacto en el medio ambiente. Sin embargo, representa un gran reto para la construcción, que en España se posiciona como la industria que más residuos genera.
El cambio climático no es un fenómeno futuro: sus impactos ya son evidentes hoy y, en muchos casos, devastadores para el medio ambiente y la sociedad. A pesar de la pandemia de la COVID-19 y de la desaceleración económica en todo el mundo, que redujo las emisiones en 2020, las emisiones volvieron a acercarse a sus valores máximos prepandémicos, llegando a alcanzar la cifra de 36.400 millones de toneladas de CO2 en 2021.
El aumento de las temperaturas globales, los fenómenos meteorológicos extremos, las inundaciones y los incendios forestales dominaron 2021. Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es indiscutible que dichos cambios están causados por la influencia humana y que las interrupciones del sistema climático tendrán un impacto sin precedentes a lo largo de muchos siglos.
Las implicaciones del cambio climático están interconectadas y plantean riesgos medioambientales, económicos, sociales y tecnológicos. Existe una necesidad urgente de adaptar y mitigar los impactos del cambio climático y fomentar la resiliencia climática para las empresas, el medio ambiente y las comunidades.
Para ello, es necesario acelerar la implementación de medidas y soluciones por parte de las empresas para lograr cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París y las nuevas exigencias que se derivarán de la aplicación del “Green Deal” en todas las Directivas que se están actualizando. Estos aplican a todo tipo de compañías de cualquier sector, también a la construcción, uno de los sectores que mayor impacto tiene en el medio ambiente.
La lana de roca contribuye a reducir las emisiones de carbono
Precisamente ROCKWOOL, compañía líder fabricante de aislamiento sostenible y actor de referencia de la industria de la construcción, contribuye, con sus productos creados a base de lana de roca, a incrementar la eficiencia energética en los edificios y, en consecuencia, a reducir las emisiones de carbono.
“Teniendo en cuenta que los edificios son responsables del 28% de las emisiones mundiales y que, solo en la Unión Europea alrededor del 75% de los edificios son ineficientes desde el punto de vista energético, nuestros productos desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático al reducir el consumo de energía de aquellos. Podemos decir que, a lo largo de su vida útil, el aislamiento de edificios ROCKWOOL vendido en 2021, supondrá un ahorro de más de 100 veces el carbono y la energía consumida en su producción” explican desde la compañía.
La construcción, uno de los sectores que genera más residuos
La gestión de residuos es otra de las áreas que muchas empresas están abordando para reducir su impacto en el medio ambiente. Esta medida, sin embargo, representa un gran reto para el sector de la construcción, que en España se posiciona como la industria que más residuos genera: el 29,8% del total de residuos. Para dar respuesta a esta problemática, y dado que la lana de roca es un producto que se puede reciclar una y otra vez, ROCKWOOL ha puesto en marcha el proyecto Rockcycle®, el primer servicio nacional de recogida de residuos de aislamiento en obra. Este consiste en facilitar la retirada de los productos de lana de roca ROCKWOOL y palés de las obras de construcción o demolición y garantiza la reutilización o el reciclaje del material, lo que evita que los residuos acaben en el vertedero. Rockcycle® opera actualmente en 17 países, con un ritmo de implantación superior al esperado y con el objetivo para 2030 de estar presente en 30 países s.
Desde ROCKWOOL afirman que “transformamos la roca volcánica en lana de roca para crear productos que contribuyan a abordar importantes retos que el cambio climático plantea en la sociedad, creando nuevas oportunidades para enriquecer la vida moderna y construir comunidades más seguras, saludables, sostenibles y resilientes al clima. Por la naturaleza de este material y a través de los programas que ponemos en marcha, hemos sido capaces de recuperar y reciclar 64.000 toneladas de lana de roca en 2021”.
