El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, visitó ayer por la tarde las instalaciones de ROCKWOOL Peninsular en Caparroso para conocer los retos, las inversiones en curso y el plan estratégico de la compañía hasta 2030.
Durante la visita, Irujo pudo conocer en profundidad la actividad de la empresa de la mano del director de la planta, Santiago Osés; quien además compartió con el consejero el plan de sostenibilidad de ROCKWOOL “para construir un futuro resiliente al clima, con la fabricación de productos y sistemas que ayuden a lograrlo, y reduciendo su impacto global”, así como el compromiso de la compañía con la descarbonización del parque edificado, en línea con las ambiciones de Naciones Unidas y la Unión Europea en esta materia.
El consejero Irujo remarcó que “el reto de Europa es seguir siendo competitivos apostando por un modelo económico sostenible y verde, y recuperar así un liderazgo mundial que se ha ido perdiendo las dos últimas décadas”. Además, incidió en la “importancia de la colaboración público privada en el proceso de descarbonización, para lograr resultados sostenibles que produzcan beneficios sociales, económicos y medioambientales favoreciendo el posicionamiento tecnológico e industrial en el escenario europeo”. “Digitalización y sostenibilidad deben entenderse e ir de la mano, contando con equipos que entiendan los retos sociales y ambientales y sepan integrarlos en el modelo de negocio. Un cambio que nos sitúe en la senda de la competitividad económica y un mayor bienestar para la ciudadanía”, explicó.
Para Santiago Osés la visita permitió “trasladar al Gobierno los retos, oportunidades y propuestas, para la búsqueda de sinergias, así como alineamiento entre la estrategia de compañía y el objetivo Net Zero 2050, marcado por la Unión Europea”.
Las inversiones puestas en marcha este año por la empresa, entre las que se encuentran una nueva planta solar y el proyecto ‘Recuperación de calor residual industrial’, dentro de la convocatoria del Programa de Eficiencia Energética, en colaboración, precisamente, con el Gobierno foral, centró también las conversaciones durante la jornada entre Mikel Irujo y el equipo de la planta de Caparroso.
En 2019 el Gobierno de Navarra declaró inversión de interés foral un proyecto de la empresa ROCKWOOL que tenía entre sus objetivos implantar novedosas tecnologías de fibrado de lana de roca para fabricar productos con mejores propiedades térmicas y mecánicas, e invertir en una nueva tecnología de insuflado para productos de cubierta que permite fabricar un producto más ligero, manteniendo las propiedades mecánicas. A su vez, estas tecnologías contribuirían a mejorar la competitividad de la planta de Caparroso.
Tras la ejecución de la primera parte del proyecto en diciembre desde 2019, ROCKWOOL, ubicada en Caparroso, ha incorporado un 11% de nuevas referencias de producto a su catálogo actual, que han supuesto más de un 40% del total de la producción del año anterior. Todo ello ha contribuido a mantener la competitividad de la planta y a su vez, cubrir con esta nueva gama de productos las necesidades requeridas por el mercado, como las cubiertas fotovoltaicas de edificios. El segundo paquete de inversiones que se ejecutarán en agosto de este año, completará las necesidades demandadas por el mercado de edificación y rehabilitación.
Cabe recordar que el Gobierno puede declarar como inversiones de interés foral aquellos proyectos que tengan una especial relevancia para el desarrollo económico, social o territorial de Navarra. Las iniciativas que ostentan esta consideración tienen luego un impulso preferente y urgente en los distintos trámites que tengan que realizar con todas las administraciones públicas de Navarra. Así, por ejemplo, se reducen a la mitad los plazos ordinarios de trámites previstos para la implantación de la actividad, el planeamiento urbanístico o las licencias de ejecución, aperturas o funcionamiento.
Reducción de la huella de carbono
ROCKWOOL Peninsular, compañía líder en la fabricación de productos y sistemas de aislamiento a base de lana de roca, es una de las 10 empresas a nivel mundial que más contribuyen a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
La empresa trabaja para reducir la huella de carbono de las ciudades, con este fin se ha comprometido con 10 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). En este sentido, el impacto positivo de la compañía en los ODS se refleja, por ejemplo, en el hecho de que la cantidad de aislamiento de edificios que se vendió en 2021 permitirá ahorrar, a lo largo de toda su vida útil, 100 veces el carbono emitido y la energía consumida en su producción.
Así, la rehabilitación de los edificios con materiales aislantes como la lana de roca se perfila como una de las soluciones más sostenibles y rentables para ahorrar energía y, por lo tanto, reducir los gases de efecto invernadero y los niveles de contaminación del aire.