Arquitectura que cura

Un buen edificio hace que te sientas mejor. Esa es la conclusión de cada vez más estudios que relacionan la arquitectura de los hospitales con la salud y el bienestar de los pacientes y el personal. Se ha demostrado que el “diseño basado en la evidencia”, que fusiona información sobre la conducta humana con herramientas de diseño tradicionales, reduce el periodo de tratamiento y la medicación, así como los niveles de agresión, y fomenta unos mejores patrones de sueño y una mayor tranquilidad.

Desarrollado en el Reino Unido, ASPECT (A Staff and Patient Environmental Calibration Tool) es una herramienta de calibración ambiental para pacientes y personal con un enfoque coherente y amplio hacia una “arquitectura de la curación” que se ha adoptado ya en diversos países de todo el mundo. Identifica ocho elementos importantes que caracterizan un mejor entorno sanitario:

• Privacidad, compañía, dignidad: la capacidad de los pacientes para estar solos o con otras personas cuando así lo elijan, y para controlar lo que ven y oyen.
• Vistas:  los estudios demuestran que los niveles lumínicos y poder mirar hacia el exterior propician la recuperación.
• Naturaleza y aire libre: el contacto con la naturaleza ha demostrado ser terapéutico y calmante.
• Confort y control: los pacientes sienten que llevan las riendas cuando pueden controlar su exposición a la luz, al calor y al ruido en entornos hospitalarios concurridos.
• Legibilidad del lugar:  los hospitales deberían ser intuitivos para poder navegar por ellos.
• Aspecto interior: un entorno agradable y acogedor puede reducir el tiempo de recuperación.
• Personal: cuando los espacios del personal son mejores, las personas trabajan de forma más eficiente.

Los materiales influyen de manera importante en el aspecto y la sensación que transmite un edificio y sus espacios interiores. Elegir materiales que promuevan un entorno confortable, tranquilo y agradable estéticamente ayuda a crear espacios en los que las personas se recuperen y se curen más rápido. Los techos Rockfon proporcionan absorción acústica y reflexión lumínica, haciendo que resulte más confortable estar en las habitaciones.  Y no fomentan el crecimiento de bacterias o microorganismos nocivos, contribuyendo así a crear entornos interiores saludables.